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Capítulo 9. Las lecciones

                                        

No sé si conocéis la historia del sapo en una olla hirviendo: 

«Dicen que, si agarras un sapo, lo pones en una olla con agua y la llevas al fuego, observaras algo interesante: el sapo se adapta a la temperatura del agua, permanece dentro y continúa adaptándose al aumento de temperatura. Sin embargo, cuando el agua llega al punto de ebullición, al sapo le gustaría saltar de la olla, pero ya no puede».  

Algunos dirían que lo que mató al sapo fue el agua hirviendo, pero, en realidad, lo que mató al sapo fue su incapacidad para decidir CUÁNDO saltar. Al adaptarte a situaciones y personas equivocadas, corres el riesgo de adentrarte en la Nada.  

Si tuviera que daros un consejo sobre cómo lidiar con un caso de acoso, os citaría a Gandalf y su frase mítica de El Señor de los Anillos: «¡Corred, insensatos!». Aprender a detectar a los lobos y esquivarlos con la mayor rapidez es el mejor aprendizaje que se puede adquirir en la vida y no lo enseñan en las escuelas, hay que aprenderlo solo.  

Lo sé, os dará rabia perder vuestro trabajo, pero, si tenéis una familia maravillosa, unos amigos maravillosos o alguien maravilloso cerca y podéis conseguir un nuevo trabajo, salid corriendo. Llorad la pataleta de ese mal trabajo y seguid adelante disfrutando de la vida, decidle al Lobo que no os ha vencido.  


En el caso de que no estéis dispuestos a huir porque sois ingenuos, porque ya habéis caído en la Nada sin daros cuenta o porque realmente necesitáis ese trabajo para poder sobrevivir, os doy algunos consejos:


1. Los lobos existen, negar su existencia es un error. Eso no significa que el mundo esté plagado de lobos ni mucho menos. A veces, incluso, los lobos no tratan mal a todo el mundo, sino que son buenas parejas, buenos padres, buenos hijos y amigos. En ocasiones, son «tu lobo» y el de nadie más. El problema de no creer en su existencia es que te debilita, porque, cuando te traten mal, pensarás que te lo mereces o pensarás que lo hizo sin querer hacerte daño y, como veis en esta historia, yo sufrí acoso entre 2007 y 2021. Nadie, absolutamente nadie, os haría daño por error durante 14 años ni durante un año ni durante un mes. Cuanto antes entendáis que os hacen daño porque encuentran placer o desahogan su aflicción contigo, mejor.  


2. No es raro que nos llegue un nuevo miembro al foro de víctimas y nos diga frases como las siguientes: «espero que se den cuenta del daño que me han hecho», «espero que me pidan perdón», etc. Esas frases dicen todo de vosotros. Dicen que aún no creéis en el lobo y en la maldad. Es más, creéis que el lobo tiene que hacer el ejercicio de valoraros. ¿No sois vosotros los que tendríais que hacer el ejercicio de no despreciar a semejante ser malvado?

En resumidas cuentas, no esperéis nada de ellos, porque ellos no se lo merecen. Tú sí, tú te mereces quererte.


3. Mi tercer consejo es que busques un rebaño, cuanto antes, mejor. Hay especialistas que explican que, cuando llegas a un nuevo trabajo, tu primera tarea es reconocer los grupos de personas que existen y unirte al que mayor beneficio te pueda proporcionar (ya sean risas, compañerismo, poder, etc.), pero siempre debes estar en un grupo. El acoso consistirá en hablar mal de ti a tus espaldas e ir haciendo que ese grupo se aleje de ti, dejándote solo o sola. Tú, por tu parte, te encogerás y tratarás de aislarte para no sufrir malos comentarios.  

Espero no tener que explicar que es un error que te encierres en ti mismo/misma. Encerrarte en ti mismo/misma solo va a generar que el rumor de que eres raro, distante, mal educado, que te crees superior, que no quieres hablar con los demás, etc. difunda con mayor fuerza. Todo eso, alejará aún más al rebaño de ti.  

Teniéndote aislado, el lobo puede ya hacer y deshacer todo lo que quiera contigo porque nadie te va a creer. Para ellos, ya eres una mala o dudosa persona que no habla con los demás.  

Si no tienes un rebaño o te han separado de él, busca uno nuevo. Si no puede ser en tu departamento, busca en otro. Si no puede ser en tu trabajo, busca entre los clientes de tu trabajo. Si no puede ser ni en el trabajo ni entre los clientes, busca un rebaño en una actividad por las tardes (gimnasio, pintura, etc.). Por supuesto, busca apoyo en grupos de ayuda y foros de víctimas, te ayudarán con sus experiencias.  


4. Una vez escrito el punto anterior, tengo que desdecirme. Sí, busca un rebaño, pero no uno cualquiera. Las víctimas segregan ese tufillo de dolor y fragilidad que no es fácil de ignorar entre los abusadores. No han sido ni una ni dos las veces que alguien me ha comentado en el foro de víctimas: «No tengo suerte, desde que me pasó esto, todo el mundo que conozco es peor para mí que estar solo». Os animo a que antes de entablar nuevas relaciones acudáis a un especialista que os ayude a recobrar la perspectiva y trabajéis el amor propio. En cuanto estéis mejor, encontraréis personas más positivas en vuestra vida. Hay una frase que oí hace tiempo y que es un reflejo de lo que te puede pasar: «Nunca te agaches, porque te devoran». Cuando uno está mal, las fieras se arremolinan a tu alrededor. En resumidas cuentas, evitad protegeros del lobo en una manada de hienas. 


5. Lo anterior me lleva a hablar de vuestras heridas. Es normal estar tan preocupado por el acosador que evitéis miraros a vosotros mismos, pero el acosador inicia su ataque porque está viendo tus heridas. ¿Qué mejor que mirarlas tú mismo y curarlas o aceptarlas? Si no puedes eliminar tus heridas, haz las paces con ellas, quítale esas armas al acosador. ¿Eres obeso/a? ¿LGBT? ¿Otra raza? ¿Tienes las orejas grandes? ¿Tu padre ha fallecido y estás pasando el luto? ¿Has roto con tu pareja y te ha dejado por otro/otra? Y ¿qué? ¿No se supone que las personas buenas son las que no se meten en vida ajena? Si alguien toca alguna de tus heridas, reacciona defendiéndote y no hundiéndote. Nunca te agaches, es la otra persona la que está haciendo mal. Expón tu disconformidad por escrito ante un superior, deja registrado que ellos empezaron.


6. Más allá, tengo que animaros a que habléis, cuanto más mejor. El lobo se ceba con los que no piden ayuda.

Tenéis que entender que los humanos somos seres sociales y no nos gustan las personas que guardan oscuros secretos, nos inquietan. Lo mejor es comportarse como si no tuvieras secreto alguno, eso genera una sensación de placidez y desinterés en el grupo. No sé si vosotros habéis esquivado también a esa persona a la que le encanta contarnos sus problemas de la forma más extensa posible. Por extraño que os parezca, esa persona genera menos dudas, menos interés y está más protegida de la envidia y el acoso. La esquivaremos, sí, pero no la atacaremos. De hecho, atacarla sería contraproducente y podría aumentar aún más el tiempo durante el que todos tendríamos que estar escuchándola.

Sé que vais a decirme que no queréis hablar de vuestros defectos y dar material que se pueda usar en vuestra contra, pero, cuanto más brillas, más probabilidades de que el lobo te mire a ti. Así que, cuenta tus problemas, cuenta tus defectos, se extenso, aburre. Es una estrategia ideal para amargar al lobo y a la jauría, no dudes en disfrutar haciéndolo, persíguelos y habla eternamente.


7. Reacciona rápido. No solo a la hora de huir, sino a la hora de cortar la situación. Los lobos quieren víctimas y, si tú luchas contra ellos, tendrán que subyugarte. A algunos lobos no les importa, es más, les gusta subyugar, pero la mayoría de ellos te dejarán de lado porque puedes atraer miradas y atención en tu rebelión. Hay que ser claro en esto, ellos están acosando subversivamente, si quisieran atacarte de frente, el asunto se habría resuelto en media hora. Así que no, no quieren ser descubiertos.


8. Reacciona de forma variable. Ninguno de nosotros pedimos por tercera vez un favor sin tener dudas a alguien que nos ha dicho sí una vez y la otra no. En realidad, si somos listos, sabremos que tenemos solo un 50% de posibilidades de obtener un nuevo favor. La incertidumbre es algo que debemos manejar en todos los aspectos de nuestra vida. Es muy romántico ofrecernos con 100% de posibilidades de conseguirnos, pero no debiéramos hacerlo nunca. Tanta seguridad puede derivar en que, lo que es un favor, se vuelva una obligación y, cuando no lo cumplamos, nos castiguen por ello. Es bueno manejar siempre un porcentaje más bajo para tu devoción. No reacciones siempre igual, porque esas dudas que generas en la gente harán que se piensen más abusar de ti o que el lobo no sepa bien qué estrategia seguir contigo.


9. Recoge pruebas. Si ya estás en un caso de acoso, es bueno que recojas pruebas. Guarda los emails y graba audios de las conversaciones, puedes grabar todas las conversaciones en las que tú participas y todas aquellas que se den en actos públicos en los que no se haya solicitado que no se den esas grabaciones expresamente.


10. Denuncia tu caso pronto. Una vez tengas pruebas, lo más importante es que inicies el proceso de hacer constancia de tu malestar con la situación, siempre, a ser posible, por medios que queden grabados (email, carta certificada, etc.). A nivel judicial, los emails tendrán que estar guardados en su formato electrónico y tienen que ser validados por un perito informático, no valen como tal.


11. El lobo va a tratar de denunciarte en falso si tardas en denunciar. En cuanto el lobo perciba que te revuelves un poco y está perdiendo el poder sobre ti, te va a denunciar. Estate preparado con tus pruebas, quieres que esa sesión se convierta en su mejor pesadilla.


12. Si ya te ha denunciado, has sido lento reaccionando y no tienes pruebas, las cosas se van a complicar para ti. Después de una denuncia, el lobo se vuelve más discreto y será difícil conseguir pruebas. Si, además, se produce un distanciamiento físico de él (te cambian de departamento o te echan), perderás todas las oportunidades de denunciar y tendrás que asumir que te la han jugado y dejarlo estar. Si el lobo ha terminado contigo, es mejor centrarse en sanar y no entregar más dolor.


13. Acude a un psicólogo al más mínimo síntoma. Es difícil dar este paso porque todos queremos creer que no somos víctimas de nada y no tenemos ningún problema, pero, en cuanto se detecta un caso, lo más importante es encontrar ayuda especializada. Cuanto más especializados estén los psicólogos en acoso y trauma, mejor. Ellos podrán darte consejos como me los dieron a mí, te ayudarán a encontrar el equilibrio y recomendarán para ti la terapia más adecuada, incluyendo el EMDR (que no se incluye en la cartera de servicios de Seguridad Social).

¿Por qué digo que es clave ir a un psicólogo? Porque es muy probable que un psicólogo haya atendido alguna vez a una víctima de tráfico, a un médico de urgencias o a alguien que se ha enfrentado al hecho de tener cáncer y saben que el trauma existe y que tiene una dimensión mayor de la que se ve a simple vista.

En el caso de tu médico de cabecera, lo más probable es que contemple peor el trauma y se decida por una de las dos patologías que más ve: ansiedad o depresión. Esa es una de las causas por las que muchos pacientes con TEPT acaban con diagnósticos equivocados de depresión, ansiedad, trastorno adaptativo, psicosis, neurosis, etc. De hecho, muchos no contemplan la existencia de TEPT en casos de acoso laboral y sí que se da. Existen dos tipos de TEPT (I y II), dependiendo de si el evento traumático es agudo o crónico. El acoso es un evento traumático crónico que atenta contra la vida de la persona, no olvidéis que es un delito que se juzga en la sala de lo penal.   

No voy ni a mencionar, que hay psicólogos/psiquiatras forenses que evalúan a la perfección estos casos porque son los que declaran en los juzgados en todos los casos en los que hay una «víctima» de por medio. Acudid a uno y que os valore.


14. Agárrate a la vida. Lo sé, estás pasando por un infierno, pero hay vida después de ello. De hecho, la habrá antes cuanto más pronto aceptes que existen los lobos y te sanes a ti mismo. Si el lobo te ha atrapado, agárrate a la vida con todo lo que tengas. Da igual si es tu familia, si eres religioso y rezar te da esperanzas, si crees en espíritus, si crees que ganarás la lotería o, como yo, te apoyas en una predicción. Da igual… agárrate con tus sueños e ilusiones a la vida. No regales algo tan preciado al lobo. Aunque no tengas fe en el futuro, hazlo por eso, no le dejes ganar la batalla.  


15. Ten cuidado con lo que implica una denuncia. Todos llegamos a los foros de víctimas y queremos denunciar. Parece fácil, es ir a un juzgado y presentar tus pruebas, pero hay mucho más. Si vas a denunciar, ten en cuenta que hay tres tipos de denuncias:

a. La denuncia social. Difundir tu caso y darlo a conocer es, a veces, una forma efectiva y rápida de conseguir que el lobo de un paso atrás, se modere y algún miembro del rebaño te acoja al ver tu dolor. Recuerda que no quiere ser descubierto. 

b. La denuncia interna. Puedes realizar una reclamación interna dentro de tu propia empresa. Eso dejará constancia de tu malestar, algo que será útil de cara a un juicio. Si la denuncia interna da resultado, se buscará una separación entre partes. Todo dependerá de si la empresa consigue ver al lobo y pararlo con fuerza. Si la empresa se deja engatusar por él, aunque sea un poquito, el lobo te seguirá a donde vayas, discreto, pero eficiente. Entonces, no te quedará sino buscar la vía judicial. 

c. La vía judicial. Hay tres vías judiciales para el acoso laboral:

    i. La Penal: acosar a una persona está definido como un atentado contra la vida, así que, si tienes pruebas, la vía penal está abierta para ti. Es importante que sepas que la vía penal juzga hechos realizados por personas. Así que, si tu jauría es extensa y no puedes atribuir muchos hechos a una misma persona, tu caso se enturbiará. Necesitas ser muy claro en quién ha hecho qué para poder ganar el caso.

Nota: la empresa será subsidiaria del acoso porque tendrá la responsabilidad de no haber vigilado tu caso. Así que, es probable que la empresa apoye al acosador en el juicio para evitar que ganes y tenga que indemnizarte.

    ii. La Social: si lo que te has encontrado es una jauría que te ha cercado, la vía social te permite alegar que la empresa ha incumplido la ley de Prevención de Riesgos Laborales al no protegerte. Obviamente, la empresa va a volverse contra ti y se va a defender con todo lo que tenga. 

    iii. La Contencioso/Administrativa: esta vía es exclusiva para administraciones o funcionarios. Es una vía que resuelve malamente, por lo bajo en términos de compensaciones, que es más amable con la administración y le ríe más las gracias y no voy a decir mucho más.


16. Por último, os informo de las penurias de la vía judicial

a. La empresa se va a poner contra ti.

b. Tus compañeros se van a negar a declarar porque saben que perderán su trabajo si lo hacen. No tendrás testigos.

c. Si la empresa es privada y pequeña, quizá ganes. Si la empresa es privada y grande, es probable que llegues a un acuerdo. Si trabajas en la administración, prepárate para perder o estar luchando judicialmente 8-10 años.

d. Inspección de Trabajo es laxa investigando a la administración, que es quien los paga.

e. A los jueces no les gusta meterse con la administración, que es quien los paga.

f. Si luchas contra la administración, puede que tu médico de cabecera esté informado, porque le pagan ellos. Cada vez que te vas de baja es un reconocimiento al daño que te están haciendo, por ello, intentarán no dártelas, al igual que intentarán rebajar tu diagnóstico al menos severo. Consejo: graba el audio de tus visitas al médico.

g. Es probable que, si peleas contra una gran empresa o contra la administración, haya intentos de compra de tus abogados. Es terriblemente habitual oír quejas sobre este hecho entre los que conformamos los foros de víctimas.

h. Si tu abogado te propone un precio cerrado, desconfía. Ejemplo: 4500 euros por todo el proceso. Niégate. Si la otra parte le ofrece 2000 euros más, él se llevará 6500 por perderte el juicio/retrasarte/marearte/convencerte de un mal acuerdo para ti/etc. Acepta abogados que ofrezcan presupuestos variables: 3000+10% de la indemnización. Al menos, eso indica que espera ganar el juicio y sacar tajada de tu indemnización. Tú quieres ganar, así que, acepta esa opción, aunque sea más dinero a la larga. 

i. Alargar los juicios y marearte es algo que aplicarán para 1) desanimarte y 2) arruinarte. Es probable que, además, culminen ese último propósito, echándote o reduciéndote/limitándote el salario. Cuanto menos dinero tengas, menos capacidad tendrás para pagar un abogado y acabarás por abandonar. Prepárate para sufrir en el bolsillo.

 

Tendría miles de cosas más que deciros, pero paro aquí, hablaré de estas cosas que menciono y muchas más en mi blog de La Nada: 



Escrito el 15/04/2022.

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