Fue así como, con 14 años, la saga de «La Estrella del Norte» empezó a nacer en mi mente para quedar relegada entre tareas y obligaciones, quedando como único vestigio de su existencia 60 páginas del comienzo de una aventura.
Tengo que admitiros que es algo de lo que me alegro. Si hay algo bueno en este retraso, es que el tiempo no ha hecho más que aumentar y complicar sus tramas, llenándolas de detalle. Lo cierto es que si no hubieran existido esos años de viajes por el mundo, todas esas esperas en aeropuertos y estaciones, esas personas tan distintas y esas otras realidades nunca habría podido entregar tanto.
Es más, si no hubiera conocido a aquella mujer siria en 2009 y ella no hubiera llenado mi mente con esa frustración que desata la temida pregunta sobre si el destino es realmente inamovible, la saga nunca hubiera alcanzado ese misticismo que atraen los Oráculos.
Podéis encontrar más información sobre la saga «La Estrella del Norte» en el siguiente link: La Estrella del Norte (saga)
Aunque la saga consume gran parte de mi tiempo libre, tengo en mente muchos pequeños relatos enmarcados en el realismo fantástico. Así surgió «Gabriela y su cita demoníaca», como una especie de burla a lo que nos preocupamos las mujeres cuando tenemos una cita. Podéis encontrar ese y otros relatos cortos dentro de los «Relatos Imperfectos de Amor y Noche» en el siguiente link: Relatos Imperfectos de Amor y Noche
Muy atentamente,
MK Gaes