Lo primero que voy a deciros es que la saga merece la pena, si bien es cierto que tiene algunos detalles que uff, ahhh, argg... y que se comentarán. En cualquier caso, como ya he avisado que esta reseña tiene spipiolers (yo lo digo así), pues ya la habréis leído y no tengo que vendérosla.
¿Qué decir de la saga Mistborn/Nacidos de la Bruma?
Pues empecemos por sus tres primeros libros (el resto no me los voy a leer, que me han dicho que son peores y hace tiempo que dejé de fumar... tabaco).
Comencemos por el Libro 1. El Imperio Final.
Bueno, El Imperio Final es un libro que fluye y nos plantea un mundo en proceso de destrucción. De los cielos cae ceniza de forma constante y las brumas acechan por la noche. El mundo está sometido al emperador y subyugado por inquisidores.
Y luego aparece Kelsier. Y Kelsier es un personajazo. Entonces, sacas los pompones y te lees el libro del tirón. Solo que al llegar al final del libro tienes que llamar a tu hermana y decirle:
—¿Te acuerdas del libro ese que me regalaste? Pues el muy imbécil del autor se ha cargado al personaje que mola en el primer libro.
Y, claro, tu hermana te contesta:
—¿No tenías pensado tú matar a tu prota en algún momento?
En ese instante, cuelgas de golpe, porque sería hacerle un spipioler si contestaras a eso.
En fin, que de repente te quedas ahí, más vacío que un estante de papel higiénico en plena pandemia y sin saber qué hacer, a dónde ir, ni cómo vas a soportar dos libros más aguantando a Vin y Elend como personajes principales.
Y es que la sombra de Kelsier es enorme. Eso nos lo recuerda Sanderson a cada 5 páginas con un párrafo en el que nos describe por qué Kelsier era lo más mejor, cosa que ya sabemos, porque nos hemos hecho la opinión solos.
Aprovecho este momento para poner un mensaje vital para todos los escritores del mundo mundial.
Regla nº1 del escritor: no, no le digas al lector lo que debe pensar. No pongas "es que mi prota es muy guapo, muy listo, muy guay...". No. Descríbelo de forma que el lector llegue a pensar que es así. Con una o dos veces vale... no es necesario repetirlo cada 5 páginas.
Inciso hecho. ¿Por dónde iba? Ah, sí.
Libros 2 y 3, como se llamen.
Nos quedamos huérfanos de prota guay y, de repente, la historia sigue con Vin y Elend 😕. Aquí me imagino a Sanderson haciendo un esfuerzo titánico y buscando una forma de crear un personaje letal y femenino para que tanto hombres como mujeres lo admiren y se sientan vinculados a él.
Esto lo medio entiendo, porque las mujeres no vinculamos bien con las guerreras potentes.
Bueno, pues Sanderson se lo piensa bien y nos entrega esto:
Fácil. Basta con poner a pelear a Vin y recordarle al lector cada 10 páginas lo mucho que le gustan los vestidos y los bailes a ella, no dejemos que el lector saque sus propias conclusiones.
El caso es que avanzamos en la historia y Sanderson nos repite 1489 veces (no las he contado) lo mucho que le gustan los vestidos a Vin. No sé vosotros, pero si yo me hubiera encontrado con ella a mitad del libro 2, le había hecho comerse los malditos volantes de su vestido, sin más.
Bueno, demos un repaso al otro coprotagonista, Elend, a ver qué puedo decir de él que no sea que es el sabelotodo de la clase.
No, espera. ¿Cuál era la frase del sabio?
"Solo sé que no sé nada".
Bueno, pues Elend no debe de saber tanto porque está convencido de que sabe mucho. Eso es habitual. Por fortuna, tenemos a Sazed que no está muy seguro de saber nada. 😏😏😏
Aquí, tengo que admitir que Sanderson lo hace bien y no nos vende la moto de que Elend está capacitado, sino que admite que la teoría se la sabe y la práctica no. Yo aquí sentí alivio. Tantos años trabajando para el gobierno y viendo a políticos hacer leyes con agujeros, a gente traficando puestos y, en fin, qué os voy a comentar si lo veis en las noticias.
Pues eso, que la primera norma para entrar en política es ser corrupto, porque si tú entras en un grupo en el que todos son corruptos menos tú, poco van a tardar en ponerse de acuerdo para librarse de ti y poder seguir haciendo lo que hacen sin mirones ni chivatos de por medio. Normal que a Elend le pase lo que le pasa. Dicho esto, os recuerdo que debéis creer a todos los políticos cuando salgan en la tele prometiendo cosas. No, estoy de broma, pero sí, al menos Sanderson no es tan idealista y no trata de mostrarnos un Elend resolutivo.
Problema, tenemos a un Elend al que no vamos a admirar (chico, tenías que haber estado más avieso) y a una Vin que nos recuerda constantemente que ella es muy guerrera y muy femenina (sí, sí, que a la chica le gustan los vestidos). Lo que nos deja con la esperanza de que el siguiente capítulo sea sobre cualquiera de los otros personajes secundarios.
¡Dame una ese! ¡Dame una e! .... ¡SECUNDARIOS!
Todos: Sazed, Brisa, Fantasma, Marsh... todos... trazan un arco narrativo muy bueno y te dejan pendientes de sus historias. Son arcos sólidos y creíbles, no como el de Elend. A ver, que nuestro erudito se convierta en guerrero, ains. ¿De verdad?
Y no, no voy a negar que todo el trasfondo geopolítico, social, el sistema de magia, y la historia en sí esté todo muy bien. El problema es que disfruté mucho de los últimos capítulos porque "spoiler, spoiler" mataron a esos dos por fin. No sé si Sanderson sabía que los odiábamos y queríamos su muerte junto con el ascenso de Sazed o los mató pensando que se nos caería una lágrima.
Dudas: ¿Creéis que Sanderson planeó darnos dos personajes principales insufribles para que nos emocionáramos cuando desvelara que Sazed era el importante? ¿Hay truco aquí o no?
Imaginaos que escribís un libro con unos protagonistas bien malos para sacar al final al secundario a relucir. Intrigante movimiento.
Bueno, lo cierto es que en mi caso no se me cayó ninguna lágrima cuando murieron los dos. Algunos podréis aducir que la historia de amor entre Elend y Vin era bonita y eso tendría que haberme roto el corazón llegada su muerte. ¿Perdón? ¿Amor? A ver, otra vez el autor nos vuelve a inculcar con palabras que Vin está muy enamorada de Elend porque es muy inteligente y bueno. OK. Gestos de amor, lo que se dicen gestos de amor, no existen apenas.
Esto, sin embargo, es muy típico en escritores varones:
—Escribir escenas románticas. 🚫 Aquí vemos al escritor masculino muriéndose de asco y vergüenza si tiene que escribir algo así.
—Escribir que el prota se excita cuando ve un seno de ella del que sobresale la asta de flecha que le acaban de clavar mientras el cirujano la cose. ✅ Esto sí. 👍
Imagináos. Llegais al hospital con vuestra mujer, a la que le sobresale un puñal del pecho y os excitais viendo su pezón. El médico: "Por favor, el sádico que salga de la sala". 😳
A ver, el problema es que esta escena, la de una mujer ensartarda con algo y un varón excitándose, es ya la he leído más veces. ¿Estáis bien chicos? De la cabeza, digo. Que escribir un besito en un momento en el que a la chati no la hayan intentado asesinar no es tan duro, ehhh. Mucho más romántico.
Petición personal a los autores masculinos: no más escenas de tíos excitándose con trozos de piel de mujeres ensartadas en palos, puñales y demás. Es cero erótico.
En fin. Que a Sanderson se le da muy bien escribir fantasía, pero es tan incompetente como muchos otros varones escribiendo cosas de mujeres.
—Gestos de afecto 🚫. Mucha vergüenza.
—Que el padre de Elend tuviera esclavas sexuales, describirlo en detalle y describir que hay una que ya no le pone porque a los 30 años ya es vieja. ✅ Super varonil... ¡Treinta años! ¡Qué la entierren ya, por favor! ¡Tan mayor!
En definitiva, que os leáis el libro si no lo habéis hecho, que mola mucho y tiene partes que no tienen mucho diálogo y tienen muchos golpes. Eso mola. Sobre todo, cuando Vin no piensa en vestidos mola mucho. No lo dejéis pasar.
¡Dame una ese! ¡Dame una e! .... ¡SECUNDARIOS!
Esto es solo para los dos últimos libros, por supuesto. Kel se merece todo el respeto del mundo.
PD: me dice un amigo que mencione eso de que el kandra TenSoon se quita los genitales porque Sanderson es tan pudoroso que tiene miedo que los kandra se escandalicen si ven algo así. A ver, Sanderson, que podías haber pasado por encima sin mencionar el tema.