El caso es que se nota, y no precisamente por los lectores, que disfrutan de historias que provienen de donde siempre han provenido: del escritor. Os lo tengo que decir, tanto da que haya o no una editorial financiando una historia o no de por medio, hay mucho nuevo talento se está cociendo a fuego lento gracias a la posibilidad de crear y darse a conocer por esta nueva vía. Eso bien lo saben las editoriales, que tiran de cantera de autopublicados cuando perciben el talento. No nos peleemos y no discutamos por mercados que poco a poco se van a ir integrando.
Quiero dar, sin más preámbulo, las gracias a mis lectores de Colmenar Viejo, algunos muy fieles, que llevan ya tres años visitando el stand para llevarse la nueva edición de la saga La Estrella del Norte, y otros nuevos, a los que les deseo que disfruten de una saga un tanto peculiar que trata de un oráculo aún más peculiar, pero en esta ocasión me toca también dar las gracias a todos mis lectores (dentro o fuera de Colmenar Viejo), porque La Rueda del Destino, primer libro de la saga La Estrella del Norte, alcanzó durante esta edición de la feria sus 300 ejemplares vendidos y sí, parecerá poca cosa, pero recordemos que el 75% de los escritores vende menos de 50 ejemplares y la saga está viva, muy viva y sigue cada día creciendo. Así que la felicidad que siento por este logro es muy grande.